Llena tu cuenco hasta el borde
y acabará rebosando.
Afila de continuo el cuchillo
y lo hallarás romo.
Persigue el dinero y la seguridad,
y tu corazón jamás podrá liberarse.
Persigue la aprobación de la gente
y serás su prisionero.
Haz tu tarea, después retírate.
He aquí la única senda hacia la serenidad.
Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.
Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso. Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.
Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso. Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching
Capítulo IX
jueves, 26 de julio de 2007
Publicadas por ani. a la/s 9:52 a. m.
Etiquetas: capítulo IX, versión de S. Mitchell
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2 comentarios:
ME EXTRAÑA QUE TAN BUEN BLOG NO TENGA COMENTARIOS TODAVÍA. MUY AGRADECIDO QUE COMPARTAS ESTO CONMIGO. LA SINCRONICIDAD ME LLEVÓ HATA AQUÍ :)
Hola, serpnorber. Tiene, pero pocos. Tal vez se deba a la propia naturaleza del texto; para mi gusto propende más a la reflexión solitaria que a la discusión: "el tao que puede nombrarse no es el verdadero Tao". Por supuesto que se agradecen los comentarios, pero con que vengan y lean me doy por bien servida.
Saludos
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