Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo XV- C. Elorduy (s/texto de Wang Bi)

sábado, 16 de abril de 2011

Cualidades del Sabio

Los buenos letrados de la antigüedad eran sutiles, abstrusos, e ininteligibles.
Porque eran ininteligibles
les era forzoso usar de comparaciones que contuvieran sus ideas.
Cauteloso como quien atraviesa un río helado,
circunspecto como quien teme a los vecinos por los cuatro costados,
grave como quien está contenido,
disoluto como hielo en fusión,
genuino como tronco en bruto,
amplio como valle,
confuso como agua turbia.
Quien siendo turbio tiene poder para aclararse,
se aclarará lentamente.
Quien es capaz de permanecer quieto en medio del movimiento duradero,
podrá vivir en calma.
Quien guarde este Tao [esta sabiduría]
no deseará llenarse [de cosas] y,
sin llenarse, podrá seguir con lo viejo sin renovarlo.

Capítulo XIV- C. Elorduy (s/texto de Wang Bi)

viernes, 15 de abril de 2011

Transcendecia e imperceptibilidad del Tao

Se le llama invisible, porque los ojos no le pueden ver;
imperceptible, porque los oídos no le pueden oír;
impalpable, porque no se le puede atrapar.
Estos tres son inescrutables, por eso se confunden en uno solo.
En lo alto no es luminoso, en lo bajo no es oscuro.
Porque es infinito, no se le puede nombrar.
Retornado a su no ser, es la forma sin forma, la figura sin figura.
Confuso [«claro-oscuro»], de frente, no le ves la cabeza;
por detrás, no le ves las espaldas.
Tomados [cotejados] el Tao antiguo y los seres actuales,
se conoce que el primitivo origen es el desmadejamiento del Tao.

Capítulo XV - J. I. Preciado (texto Mawangdui)

En los tiempos antiguos,
los perfectos seguidores del Tao eran finos, sutiles, oscuros y universales,
imposible conocer lo profundo de su corazón.
No pudiendo conocerlos,
sólo podemos describirlos diciendo:
Indecisos,
como quien en invierno atraviesa un río.
Precavidos,
como quien teme a sus vecinos.
Discretos,
como un huésped.
Inestables,
como el hielo que empieza a fundir.
Estúpidos,
como un leño.
Confusos,
como el agua turbia.
Amplios,
como un valle.
El agua turbia reposa, y se aclara poco a poco.
Lo que está en reposo, comienza a moverse y crece poco a poco.
El que conserva este Tao no desea la plenitud.
Por eso puede gastarse sin renovarse.

Capítulo XIII - A. Colodrón

jueves, 14 de abril de 2011

"Acoge la desgracia como agradable sorpresa, y estima la calamidad como a tu propio cuerpo."
¿Por qué debemos "acoger la desgracia como agradable sorpresa"?
Porque un estado humilde es un favor: caer en él es una agradable sorpresa,
¡y también lo es el remontarlo!
Por ello, debemos "acoger la desgracia como agradable sorpresa".
¿Por qué debemos "estimar la calamidad como a nuestro propio cuerpo"?
Porque nuestro cuerpo es la fuente misma de nuestras calamidades.
Si no tuviéramos cuerpo, ¿qué desgracias nos podrían suceder?
Así pues, sólo quien está dispuesto a entregar su cuerpo para salvar al mundo
merece que se le confíe el mundo.
Sólo aquel que pueda hacerlo con amor
es merecedor de ser administrador del mundo.

Capítulo XIV - A. Colodrón

¡Míralo, pero no puedes verlo!
Su nombre es Sin-Forma.
¡Escúchalo, pero no puedes oírlo!
Su nombre es Inaudible.
¡Agárralo, pero no puedes atraparlo!
Su nombre es Incorpóreo.
Estos tres atributos son insondables;
por ello, se funden en uno.
Su parte superior no es luminosa: su parte inferior no es oscura.
Continuamente fluye lo Innombrable, hasta que retorna al más allá del reino de las cosas.
La llamamos la Forma sin forma, la Imagen sin imágenes.
Lo llamamos lo indefinible y lo inimaginable.
¡Dale la cara y no verás su rostro!
¡Síguelo y no verás su espalda!
Pero, provisto del Tao inmemorial, puedes manejar las realidades del presente.
Conocer los orígenes es iniciarse en el Tao.

Capítulo XIV - J. I. Preciado (texto Mawangdui)

Se lo mira y no se lo ve,
su nombre es lo invisible.
Se lo escucha y no se lo oye,
su nombre es lo inaudible.
Se lo palpa y no se lo siente,
su nombre es lo impalpable.
Los tres son indescifrables,
se confunden en el uno.
En el uno,
lo superior no es absurdo,
lo inferior no es confuso.
Es un proceso interminable,
que no admite nombre,
que retorna al no-ser de las cosas.
Es la forma que no tiene forma,
la figura incorpórea.
Es imperceptible vaguedad.
Cuando se le sigue no se ve su parte trasera,
cuando se le sale al encuentro no se ve su cabeza.
Asiendo el Tao de hoy,
se domina la realidad presente.
Conocer el origen primero,
es la clave del Tao.

Capítulo XXVII - J. M. Tola

martes, 12 de abril de 2011

Un buen caminante no deja huellas.
Un buen orador no ofende a nadie.
Un buen contador no necesita instrumentos de cálculo.
Un buen guardián no utiliza cerrojos ni barrotes,sin embargo es imposible abrir lo que él cerró.
El que sabe atar no emplea ni cuerdas ni nudos, sin embargo es imposible desatar lo que él unió. Por esto, el Sabio siempre encuentra oportuno ayudar a los hombres
y no halla motivo para rechazar a persona alguna.
Esto es brillar esplendorosamente.
Luego, el hombre bueno es maestro del hombre malo.
Y el malo es la lección del bueno.
Y quien no aprecie a su maestro ni ame la lección,
aunque preparado, parecerá un necio.
En esto radica el secreto de lo Esencial.

Capítulo XXIX - R. Wilhelm

viernes, 8 de abril de 2011

He visto fracasar varios intentos de conquistar y manipular el mundo.
El mundo pertenece al espíritu, por lo tanto, no debe ser manipulado.
Quien lo manipula, lo corrompe, quien pretende conservarlo, lo pierde.
Las cosas, ora preceden, ora siguen.
Algunas son como un soplo cálido, otras, como un viento frío.
Las cosas, ora son fuertes, ora débiles, ora flotan, ora se hunden.
Por eso, el Sabio evita todo exceso de cantidad, todo exceso de medida y todo exceso de forma.

Comentario

El “mundo”, literalmente “lo que hay bajo el Cielo”, debe entenderse como el orbis terrarum romano o también como “imperio”. “Cosa espiritual” (Shen Ki), una expresión antigua, significa literalmente “utensilio espiritual o divino”. La expresión tiene su origen probablemente en los nueve recipientes legendarios utilizados en los sacrificios que, confeccionados por el gran Yu, se heredaban de generación en generación como símbolos de soberanía sobre las nueve provincias de entonces. Aquí se emplea en sentido figurado, aplicado al Imperio, significando que se trata de un organismo espiritual que no se puede manipular mediante acciones mecánicas. De nuevo encontramos aquí refranes rimados cuyo contenido concuerda sorprendentemente con el Canto Copto nro. 11 de Goethe, aunque las conclusiones morales estén diametralmente opuestas en ambos textos.

Capítulo XIII- C. Elorduy (s/texto de Wang Bi)

jueves, 10 de febrero de 2011

La causa de nuestra miseria es nuestra persona

El favor y el menosprecio son inquietud.
La estima y la miseria están en la propia persona.
¿Por qué digo que el favor y el menosprecio son inquietud?
El favor nos levanta, el menosprecio nos abate.
Conseguirlo es inquietud.
El favor y menosprecio son inquietud.
¿Por qué se dice que la estima y la miseria están en la propia persona?
Porque la causa de nuestra gran miseria es nuestra persona.
¿Qué calamidad nos podría alcanzar, si no fuera por esta persona que tenemos?
Así pues, aquel que estime el mundo como a su propia persona será idóneo para recibir el gobierno del mundo.
Al que ama al mundo como a su propia persona se le podrá confiar el mundo.

Capítulo XIII - J. I. Preciado (texto Mawangdui)

lunes, 10 de enero de 2011

El favor es oprobioso, lleno de sobresaltos;
el honor es una gran desgracia, como el propio cuerpo.
¿Qué quiere decir el favor es oprobioso, lleno de sobresaltos?
El favor es algo que rebaja, si lo obtienes te sobresaltas,
esto es lo que quiere decir el favor es oprobioso, lleno de sobresaltos.
¿Qué quiere decir el honor es una gran desgracia, como el propio cuerpo?
La causa de que yo sufra grandes desgracias, es que yo poseo un cuerpo.
Si yo no tuviera cuerpo alguno, ¿qué desgracia podría sufrir?
A quien valora su propio cuerpo más que el mundo entero,
se le puede confiar el mundo;
a quien ama más su propio cuerpo que el mundo entero,
se le puede entregar el mundo.