Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo VIII

martes, 17 de julio de 2007

El bien supremo es como el del agua. La bondad del agua es que beneficia a las diez mil criaturas; empero, ella misma no se arrebata, sino que está contenta con los lugares que todos los hombres desdeñan.
Es esto lo que hace al agua tan cercana al Camino.
Y si los hombres piensan que el suelo es el mejor lugar para construir sobre él un edificio,
si entre los pensamientos valoran los que son profundos,
si en la amistad valoran la gentileza,
en las palabras la verdad; en el gobierno, el buen orden;
en los actos la efectividad; en las acciones la oportunidad…
En cada caso es porque prefieren lo que no conduce a la contienda.
Y por tanto no va fuera de lugar.

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