Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo XI

miércoles, 22 de agosto de 2007

Treinta rayos convergen hacia el centro de una rueda,
pero es el radio del centro el que hace útil a la rueda.
Con arcilla se moldea un recipiente,
pero es precisamente el espacio que no contiene arcilla
el que utilizamos como recipiente.
Abrimos puertas y ventanas en una casa,
pero es por sus espacios vacíos que podemos utilizarla.
Así, de la existencia provienen las cosas,
y de la no existencia su utilidad.

Comentario (resumen)

Ya hemos hablado sobre el vacío en el capítulo IV. Aquí retomamos, tratando de ver desde otro ángulo. Lao Tse nos propone otra forma de ver, de apreciar la vida, nos pide que veamos el conjunto. Como en esos dibujos en los que fondo y figura se confunden, si nos quedamos sólo con una parte se pierde el sentido del todo.
De la creatividad y la acción surge la utilidad. El vacío es el espacio que otorga un nuevo sentido.

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