Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo XX - J. M. Tola

jueves, 10 de abril de 2008

Suprime la instrucción y terminarán las molestias;
Entre “A” y “Puff” ¿cuánta diferencia hay?
Lo que los hombres temen es difícil dejar de temerlo;
pero qué distante está el alba del despertar.
Los hombres viven disfrutando como en los días de las grandes ceremonias,
o como si subieran a los jardines de una torre en primavera.
Sólo yo permanezco sin deseos,
como un niño que no ha aprendido a sonreír,
caminando abandonado como quien no tiene adónde volver.
Todos los hombres viven en la opulencia,
sólo yo parezco necesitado como un pobre.
Mi espíritu está confuso al igual que el de un loco.
Los vulgares saben discernir, parecen iluminados;
sólo yo parezco inútil como quien no conoce ocupación.
Todos los hombres parecen tener algo que cumplir;
mi apariencia es la de un tonto desmañado.
Pero me diferencio de los demás
porque hallo la paz en la Madre que me nutre.

1 comentarios:

unServidor dijo...

...en la Pachamama.

Sabios pasando por ignorantes, en Oriente antiguo, en los Andes modernos.
Torpes pasando por piolas. Por siempre, alrededor nuestro.