Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo XXIV - J. Cruz

sábado, 11 de julio de 2009

El que está en puntas de pie, no está firme.
El que camina a grandes zancadas no irá muy lejos.
El que se exhibe no es luminoso.
El que se celebra pasará inadvertido.
El que se exalta a sí mismo no es excelso.

Éstos, comparados con el Tao,
son como “exceso en el alimento y desenfreno en la acción”,
hechos que repugnan a todos.
Por lo tanto, quien posee el Tao los ignora.

Nota: en las primeras 5 líneas, el texto muestra reminiscencia del I Ching: “Si la fuerza reside en los dedos de los pies se puede avanzar, pero mal” y luego “Tiene méritos y no lo demuestra: es la cima de la grandeza del alma”

Comentario (resumen)

En puntas de pie pareces más alto; saltando parece que llegas más rápido. Simulación y apariencia, ficciones del exceso. Queremos ser como los personajes que vemos, pertenecer a ciertos grupos, ser adinerados, estar a la moda: así no nos llenamos nunca de lo propio, nos alejamos cada vez más de lo que somos. Siendo auténticos tal vez nos quedemos solos y nadie nos comprenda, y pensar esto nos paraliza. Entonces optamos por parecer antes que ser.
Para ser auténticos, debemos empezar a pensar por nuestra cuenta, hacernos cargo y evaluar a qué normas deseamos adherir y a cuáles no. Decir sí a lo que queremos y elegimos.
Si la sociedad o el prójimo buscan imponerse, debemos fluir sin chocar; eliminar apariencias es un medio para pensar lo nuestro y mantener la armonía.

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