Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo VI

miércoles, 13 de junio de 2007

El valle y el espíritu del valle nunca mueren.
Ambos forman la madre secreta.

La puerta de la madre secreta
es la raíz del cielo y de la tierra.

Sutil, ininterrumpidamente, permanece, perdura.
Se usa pero nunca puede ser consumida.

Comentario (resumen):

El valle y el espíritu son los dos elementos, yin y yang, que como opuestos complementarios conforman la madre secreta: nuestra naturaleza, aquello que nos rodea.
Cuando Lao Tse se refiere a la puerta de la madre secreta, sugiere que hay que entrar a través de yin (oscuridad) para llegar a yang (la luz). Juzgar algo como bueno o malo es una ficción, ya que todas las cosas de la vida pueden ser ambas y en un momento dado revelarse como su opuesto; por lo tanto, nos aconseja no juzgar, ya que de este modo no tenemos en cuenta que nuestro propio plano está también en cambio y movimiento continuo.
También se sugiere a la naturaleza como maestra, relacionarse con ella no a través del deseo de obtener algo sino desde la sensibilidad y el pensamiento, recíprocamente, en equilibrio.

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