Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo VII

viernes, 22 de junio de 2007

El Cielo es eterno y la Tierra permanente.
La razón por la que son eternos y permanentes
es que no viven para sí mismos.
Por lo tanto, pueden vivir eternamente.

El sabio, por lo mismo,
situándose detrás, se coloca delante.
Se desprende de su yo,
y su yo conserva.
¿No es acaso renunciando a su individualidad
como su individualidad se realiza?

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