Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo VII

viernes, 22 de junio de 2007

El cielo dura eternamente; la tierra permanece.
Eternos y permanentes porque no buscan en sí mismos la razón de su existencia.
Por eso perduran.

Es así que el hombre sabio se coloca en el último lugar, y sin embargo es el primero.
No se busca a sí mismo, por eso sobrevive.
Es a causa de su desinterés que su propio interés se realiza.

Comentario (resumen)

Para Lao Tse, el conocimiento es un aspecto interesado de la racionalidad, que busca la manipulación de aquello que conoce. El conocedor es un hombre de acción, pero de poca interacción con la vida. ¿Qué conocimiento se puede tener cuando todo está en cambio constante? El pensamiento permite libertad y creación, no genera opuestos, no separa ni juzga, contempla activamente la armonía.
El hombre sabio piensa, vive el presente y mantiene una actitud desinteresada, sin estar constantemente pendiente del deseo, entonces el movimiento natural provee lo necesario y el propio interés se realiza.

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