Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo IX

viernes, 27 de julio de 2007

Estira un arco al máximo,
y desearás haberte detenido a tiempo;
templa el filo de una espada al máximo,
y pronto descubrirás que se embota.
Cuando el bronce y el jade llenan tu sala
no pueden protegerse más.
La riqueza y el lugar crían la insolencia
que trae encadenada la ruina.
¡Cuando tu obra está hecha, entonces retírate!
Tal es el Camino del Cielo.

Nota: La expresión usada (estira un arco al máximo) puede también aplicarse a “llenar un vaso hasta el borde”; pero aquélla crea un paralelismo mejor con “afilar una espada”.
El “Camino del Cielo” es la contraposición al “Camino del Hombre”.

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