Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo XIII

lunes, 3 de septiembre de 2007

El favor y la deshonra son humillantes.
¿Cuál es la causa de esta humillación?
El favor es algo que altera,
si lo obtienes, te inquietas.
Si lo pierdes, también te inquietas.

Sufrir calamidades es propio de los hombres.
¿Por qué decimos esto?
Experimentamos calamidades porque tenemos un cuerpo.
Si no tuviéramos un cuerpo,
¿qué desgracias podríamos experimentar?

Así, sólo quien respeta al mundo como a su propia persona
es digno de que se le confíe el mundo.
Y el que ama al mundo como a su propia persona
merece también que se le confíe el mundo.

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