Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo XVII- J. M. Tola

viernes, 30 de noviembre de 2007

En la antigüedad los grandes pasaban inadvertidos.
Los sucesores menos grandes eran adulados y respetados.
Los sucesores de estos menos grandes aún eran temidos.
Los sucesores de éstos menos grandes aún eran despreciados.
No existiendo la confianza surge la desconfianza.
Tranquilas eran sus palabras,
y sin obrar los hombres vivían en libre armonía.
Parecían no gobernar;
así, el pueblo tenía éxito porque se realizaba
de acuerdo con ellos mismos.

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