Al declinar el gran Tao, surgen la rectitud y la moralidad.
Cuando nacen el conocimiento y la astucia, aparecen los grandes hipócritas.
Cuando las relaciones familiares no son armoniosas,
aparecen la “piedad filial” y el “amor”.
Cuando la confusión y el desorden reinan en los pueblos, se habla de patriotismo.
Sólo donde está el Tao reina el equilibrio.
Cuando el Tao se pierde, todo deviene falso.
Nota: este texto insiste sobre el hecho de que las virtudes confucianas, que antes eran espontáneas y no conscientes, han sido luego impuestas a la familia y la sociedad.
Comentario (resumen)
Se habla aquí de declinación, decadencia que llega por la adhesión a normas sociales impuestas, que no constituyen la propia vida sino un modelo externo con el cual debemos manejarnos y al cual debemos someternos. Lao Tse, en cambio, nos dice que no debemos nada a nadie, que podemos elegir de acuerdo al compromiso único que tenemos con nosotros mismos, propone fluir, elegir pero no desde el conocimiento separador sino desde el pensamiento unificador; fluir libremente por la vida, sin imponer nuestras normas a los demás forzadamente, para vivir en armonía.
Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.
Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso. Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.
Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso. Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching
Capítulo XVIII - J. Cruz
jueves, 21 de febrero de 2008
Publicadas por ani. a la/s 10:18 a. m.
Etiquetas: capítulo XVIII, versión de J. Cruz/J. Fernández Oviedo
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