Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo XX - U. K. LeGuin

miércoles, 9 de abril de 2008

Ser diferente

¿En cuánto difiere el sí del no?
¿En cuánto difiere el bien del mal?

Lo que la gente teme
debe temerse.
¡Oh, desolación!
¡Todavía no, todavía no ha llegado a su límite!

Todos están alegres,
alegres como si estuvieran de fiesta
o como si subieran a una torre en primavera.
Y yo estoy aquí sentado, inconmovible,
desorientado, como un niño,
un niño demasiado pequeño para sonreír.

Melancólico, melancólico.
Como una persona sin hogar.
La mayoría tiene en abundancia.
Yo soy el pobre,
el tonto de remate.

Ignorante, ignorante.
La mayoría es brillante.
Yo soy el tardo.
La mayoría es aguda.
Yo no tengo las respuestas.
Ah, estoy desolado, en el mar,
a la deriva, sin puerto.

Todos tienen algo que hacer.
Yo soy el torpe, el que está fuera de lugar.
Yo soy el diferente,
porque mi alimento
es la leche de mi madre.

Nota: la diferencia entre el sí y el no, lo bueno y lo malo, es algo que sólo los “Brillantes”, la gente que tiene las respuestas, puede comprender. Un pobre taoísta estúpido no puede distinguirla.
El capítulo está lleno de palabras como huang (salvaje, estéril), tun (ignorante, caótico), hun (tardo, turbio), men (triste, desconcertado, apagado) y hu (confuso, oscurecido, vago).
Con figuran el caos, la confusión, un desconcierto por el que vaga la mente sin certidumbres, desolada, silente, incómoda. Pero en esa alienidad, lechosa y apagada se encuentra el camino. No se la puede encontrar en el orden superficial impuesto por las opiniones positivas y negativas, la moralización de lo bueno/malo, del si/no que niega el temor e ignora el misterio.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Ani: andaba desaparecido.. porque tal como me lo dijeron, soy un caprichoso que no sabe lo que quiere (puede ser!! no es tan cierto), pasé por el otro blog y me voy triste..je

espero que estes bien.. te cuidas.. besos