El mayor poder es el don
de seguir el Camino en soledad.
Es escurridizo, difícil de captar
cómo el Camino hace las cosas.
Escurridizo, sí, difícil de captar,
y sin embargo hay en ello pensamientos.
Difícil de captar, sí, escurridizo,
pero en él hay cosas.
Difícil de descifrar, sí, y oscuro,
pero en él hay espíritu,
verdadero espíritu.
En él hay certidumbre.
Desde hace tiempo, mucho tiempo, hasta ahora
ha conservado su nombre.
Así vio
el inicio de todo.
¿Cómo sé algo sobre el inicio?
Por esto.
Nota: el misticismo surge de la realidad irreductible e indecible de “esto”, y a ella retorna. “Esto” es el Camino. Tal es el camino.
Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.
Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso. Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.
Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso. Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching
Capítulo XXI- U. K. LeGuin
viernes, 25 de julio de 2008
Publicadas por ani. a la/s 6:02 p. m.
Etiquetas: capítulo XXI, versión de Úrsula K. Le Guin
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