Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo XXVI - U. K. LeGuin

miércoles, 19 de agosto de 2009

El poder de lo pesado


Lo pesado es la raíz de la luz.
La quietud es la maestra del movimiento.

Así, las almas sabias hacen su trecho diario
con el pesado carro cargado.

Sólo cuando se ponen a salvo
en una casa maciza y tranquila
dejan de preocuparse.

¿Cómo puede un señor de diez mil carros
permitir que su propia persona
pese menos que su tierra?
La ligereza le hará perder sus cimientos,
el movimiento le hará perder su maestría.

nota: entiendo por pesado los asuntos corrientes de la vida diaria, el equipaje que nosotros, como seres corpóreos, tenemos que llevar, tales como el alimento, la bebida, el abrigo, la seguridad. Si se anda muy por delante del carro de las provisiones puede quedar uno separado de él; si tratamos nuestro cuerpo como un algo sin importancia, nos arriesgamos a la locura o la futilidad.
Los dos primeros versos harían un buen lema para la práctica del t’ai chi.

Comentario

Sigo el texto Ma wang tui para la tercera estrofa, que encaja mucho mejor en el tema que el texto estándar que reza, non-sequitur: “Se sientan tranquilos y apartados entre bellas visiones”. La sintaxis del Ma wang tui también aclara la última estrofa, relacionándola con la última estrofa del capítulo XIII.

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