Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo III - J. I. Preciado (texto Mawangdui)

sábado, 28 de noviembre de 2009

Si no se eleva a los hombres de mérito,
no habrá disputas entre el pueblo.
Si no se valoran los objetos difíciles de conseguir,
no existirán ladrones en el pueblo.
Si no se deja ver lo que puede provocar el deseo,
no se producirán disturbios populares.
Por eso el gobierno del sabio es:
vaciar la mente del pueblo,
y llenar su estómago;
debilitar su ambición,
y fortalecer sus huesos.
Hacer siempre que el pueblo no tenga conocimientos, ni deseos.
Hacer que los inteligentes no se atrevan (a gobernar);
no actuar, en una palabra,y entonces reinará el orden universal.

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