Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo XII - A. Colodrón

domingo, 9 de enero de 2011

Los cinco colores ciegan el ojo.
Las cinco notas ensordecen el oído.
Los cinco sabores empalagan el paladar.
La carrera y la caza enloquecen la mente.
Los objetos preciosos tientan al hombre a hacer el mal.
Por eso, el Sabio cuida del vientre, y no del ojo.
Prefiere lo que está dentro a lo que está afuera.

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