Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo I - J. Cruz

lunes, 26 de marzo de 2007

La vida como proyecto en curso

El Tao que puede ser nombrado no es el Tao eterno.
El nombre que puede ser nombrado no es el nombre inmutable.

La no existencia es el principio del cielo y de la tierra.
La existencia es la madre de todo lo que hay.

Desde la eterna no existencia contemplamos en calma el misterioso principio del Universo.
Desde la eterna existencia vemos con claridad las distinciones superficiales.

No existencia y existencia son uno y lo mismo en su origen.
Se les da distintos nombres cuando se vuelven manifiestos.
Esta unidad se denomina profundidad.
La infinita profundidad es la fuente de donde se origina todo lo que hay en el Universo.

Comentario (resumen)

Aquello que no podemos nombrar escapa del ámbito de la razón y penetra en el de la sensibilidad. Cuando hablamos de vida podemos intuir a qué se refiere la palabra, porque la experimentamos día a día; pero si alguien nos pregunta ¿qué es la vida?, entramos en el juego del conocimiento y no podemos responder. Lao Tse nos invita a hablar de la vida sin responder la pregunta; ésta no interesa, y tampoco la respuesta, porque responderla sería racionalizar, no vivir.
La vida es unidad. Lao Tse habla de unidad en vistas a una entidad suprema llamada Tao, o vida, continuamente ante nosotros y en nosotros. Comenzar a descubrirla implica entrar en este misterio.

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