Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo II

miércoles, 11 de abril de 2007

Cuando los hombres conocen que la bondad es buena,
entonces saben que la maldad existe.
Cuando los hombres conocen que la belleza es bella,
entonces saben que la fealdad existe.
Así
Ser y no-ser se engendran el uno al otro,
difícil y fácil se complementan el uno al otro.
Largo y corto son relativos el uno al otro,
alto y bajo se acompañan el uno al otro.
Sonido y tono se armonizan el uno al otro,
antes y después se suceden el uno al otro.
Por lo tanto el Sabio
enseña sin palabras, obra sin acción.
Sin embargo, nada queda sin realizar.
Cuando la existencia se manifiesta no se opone a ella.
Actúa pero no se apropia.
En la obra realizada no exige que se le reconozcan méritos.
Y es porque no pretende el mérito que éste no se le puede arrebatar.

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