Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo IV

viernes, 27 de abril de 2007

El Tao es como un pozo de agua
que nunca se extingue por más que se emplee.
Es como un vacío eterno
pleno de infinitas posibilidades.

Permanece oculto, pero está siempre presente.
No sé quién le dió nacimiento.
Es más anciano que Dios.

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