Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo V

miércoles, 2 de mayo de 2007

El Cielo y la Tierra no son benevolentes.
Para ellos, los seres humanos son como perros de paja.
El Sabio tampoco es benevolente.
Para él, los seres humanos son como perros de paja.
El espacio entre Cielo y Tierra
es semejante a una flauta,
está vacío, pero no se hunde;
si se moviliza, más y más sale de él.
Ante él, las muchas palabras se agotan.
Más vale conservar lo esencial.

Comentario

La “Benevolencia”, o “Moralidad”, noción suprema del confucionismo, es un concepto que Lao Tse rechaza por imperfecto, ya que no se eleva más allá del interés personal. Para los sacrificios, se confeccionaban unos perros de paja que, tras haber estado magníficamente adornados durante el ritual, se arrojaban negligentemente una vez cumplida su función. La imagen de estos perros de paja destinados al sacrificio simboliza el hecho de que todos los seres están perfectamente equipados para cumplir la función de su especie, pero que esto no conlleva el respeto, la “consideración hacia la persona”.
Las últimas dos líneas indican que ningún concepto podrá expresar, de forma exhaustiva, la intuición reflejada en la imagen.

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