Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo V

martes, 15 de mayo de 2007

El Cielo y la Tierra no tienen benevolencia,
para ellos, todos los seres son como perros de paja.
El sabio no tiene sentimientos benévolos,
para él, todas las personas son como perros de paja.

El espacio entre Cielo y Tierra
es como un fuelle,
está vacío, pero es inagotable,
cuanto más lo movemos, más genera.

Al que habla mucho se le agotan las palabras.
Así, es mejor conservar lo que tenemos dentro.

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