¿Sabrías modelar tu alma
para que abrace el Uno sin dispersarse?
¿Sabrías armonizar tu fuerza
y ser flexible como un recién nacido?
¿Sabrías purificar tu visión interior
para que quede libre de manchas?
¿Sabrías amar a los hombres
y gobernar el estado
sin acumular conocimientos?
Cuando las puertas del Cielo
se abren y se cierran,
¿sabrías ser como una gallina?
¿Sabrías penetrarlo todo
con tu claridad y pureza interior
sin recurrir a la acción?
Producir y nutrir,
crear sin poseer,
obrar sin retener,
multiplicar sin someter,
ésa es la misteriosa VIDA.
Comentario (resumen)
En su forma actual, el comienzo no ofrece un sentido inequívoco. Habrá que resignarse a admitir una corrupción del texto. El sentido general podría ser: el hecho de unificar las aspiraciones anímicas confiere una vida indivisible que permite resistir incluso a la muerte.
La palabra traducida por “gallina” designa originariamente la hembra de un pájaro. Probablemente alude a algún oscuro mito de la creación.
Las líneas “¿Sabrías penetrarlo todo con tu claridad y pureza interior sin recurrir a la acción?” constituyen una oposición entre la intuición interior y el conocimiento discursivo que se encuentra constantemente en la obra de Lao Tse, y que la escuela confuciana tomó a mal, aunque Confucio también estimara en lo más alto el conocimiento intuitivo innato.
Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.
Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso. Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.
Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso. Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching
Capítulo X
martes, 7 de agosto de 2007
Publicadas por ani. a la/s 9:14 a. m.
Etiquetas: capítulo X, versión de Richard Wilhelm
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