No exaltes a los mejores,
y la gente no intrigará ni competirá.
No valores en exceso lo que no es común,
y la gente no robará.
Cubre de la vista las cosas deseables,
y los corazones de la gente no se perturbarán.
Por eso el Sabio, al gobernar,
mantiene vacías las mentes
y llenos los estómagos;
desalienta las ambiciones
y fortalece los cuerpos,
para que la gente sea inocente de conocimiento y apetencias
y los astutos no presuman para interferir.
A través del obrar sin acción,
todos pueden vivir en paz.
Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.
Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso. Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.
Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso. Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching
Capítulo III - Lin Yu Tang
lunes, 22 de octubre de 2007
Publicadas por ani. a la/s 12:35 p. m.
Etiquetas: capítulo III, versión de Lin Yu Tang
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