Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo XVI - J. Cruz

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Sea tu meta el máximo de vacío.
Conserva la firmeza de la paz.

Nacen las cosas y entran en la existencia,
pero desde allí las vemos regresar a su reposo.
Mira todo lo que florece: cada uno vuelve a su raíz.
Volver a la raíz es encontrar el descanso.
Este descanso significa regresión al destino.
Regresar al destino significa durar constantemente.
Conocer lo constante es estar iluminado.
Pero no conocer lo constante es caer en la ceguera y el desastre.

Quien conoce lo constante, lo abarca todo.
El que todo lo abarca es justo con todos.
Siendo justo con todos es universal.
Lo universal es el ritmo del cielo.
Y lo que está en ritmo con el cielo, lo está con el Tao.
Lo que está en ritmo con el Tao perdura eternamente.
Aunque su cuerpo muera, nunca perecerá.

Comentario (resumen)

“Tender al máximo de vacío” significa depurar, destruir estructuras impuestas que no nos pertenecen, para empezar a construir nuevas perspectivas. El vacío es el espacio donde el individuo florece. Cuando lo ajeno que hemos incorporado muere, lo propio nace.

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