Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo XVII - A. Waley

domingo, 6 de enero de 2008

De lo supremo la gente meramente sabe que existe;
Al día siguiente se acerca y alaba.
Al día siguiente retrocede, intimidada, pero denigra.
Verdaderamente: “No creyendo a las personas es que las vuelves embusteras”
Pero del Sabio es tan difícil obtener a cualquier precio una sola palabra,
que cuando su tarea está cumplida, su trabajo hecho,
por todo el país todos dicen: “Sucedió espontáneamente”

Nota:
“No creyendo a las personas es que las vuelves embusteras”, el mismo dicho es citado en el cap. XXIII: “Creo en el hombre veraz, pero también creo en el mentiroso, y así él obtiene veracidad”. De modo parecido, es la falta en el gobernante lo que crea en el pueblo todas las demás faltas y crímenes.

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