Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo XII - Lin Yu Tang

jueves, 28 de febrero de 2008

Los cinco colores ciegan el ojo del hombre;
las cinco notas musicales ensordecen el oído del hombre;
los cinco sabores embotan el gusto del hombre;
La cabalgata, la caza y la persecución enloquecen la mente del hombre;
Los objetos raros y valiosos mantienen despiertos en la noche a quienes los poseen.

Así es que el Sabio
provee para la barriga y no para el ojo.
Por lo tanto, rechaza lo uno y acepta lo otro.

0 comentarios: