Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo XXV - J. M. Tola

miércoles, 15 de julio de 2009

Hay algo natural y perfecto
existente antes que el Cielo y la Tierra.
Inmóvil e insondable,
permanece solo y sin modificación.
Está en todas partes y nunca se agota.
Se le puede considerar la Madre de todas las cosas.
No conociendo su nombre, lo llamo Tao.
Obligado a darle un nombre, lo llamaría Trascendente.
Trascendente significa avanzar.
Avanzar es llegar más allá.
Llegar más allá quiere decir retornar.

Por esto el Tao es Supremo.
El Cielo acata las leyes del Tao.
El Cielo es Supremo.
La Tierra es Suprema.
El Hombre es Supremo.
En el Universo hay cuatro cosas supremas,
y el que reina es una de ellas.
El hombre acata las leyes de la Tierra.
La Tierra acata las leyes del Cielo.
El Tao las de su propia naturaleza.

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