Algunas de las múltiples versiones de este texto.
Un espacio para la búsqueda de la sabiduría perenne; un lugar de reflexión para mí y todos quienes lleguen aquí como una posta en su camino personal.


Preguntó el príncipe: ¿Habrá en el futuro, quien pueda aprender y seguir los preceptos del Tao de vida que usted ha escrito en estos pergaminos de bambú?
Contestó el maestro: Por favor, amable príncipe, no te preocupes por eso.
Muchas, muchísimas generaciones después, si aún existen buscadores del Tao, hallarán estas enseñanzas.
Hua Hu Ching

Capítulo V

viernes, 4 de mayo de 2007

El Tao no toma partido;
da nacimiento tanto al bien como al mal.
El Maestro no toma partido;
da la bienvenida tanto a santos como a pecadores.

El Tao es como un fuelle:
está vacío y, sin embargo, es infinitamente capaz.
Cuanto más lo usas más produce;
cuanto más hablas de él, menos lo comprendes.

Manténte en el centro.

2 comentarios:

Jorge Mux dijo...

Yo busqué la inmortalidad, y el maestro me dijo que siempre fui inmortal. Y siempre lo seré. Excepto en un determinado segundo de mi vida, en el cual la muerte aprovechará para colarse.

ani. dijo...

Bienvenido, Jorge.